Congreso de Agricultura Biodinámica en El Goetheanum, Dornach (Suiza)este año aleededor del tema “Crear la fertilidad de la tierra

Congreso de Agricultura Biodinámica en El Goetheanum, Dornach (Suiza)este año aleededor del tema “Crear la fertilidad de la tierra.


Congreso de Agricultura Biodinámica en Dornach

goetheanum V

El Goetheanum, en Dornach (Suiza), será un año más el punto de encuentro del movimiento biodinámico.

Entre el 1 y el 4 de febrero se celebrará una nueva edición de la Conferencia Internacional de Agricultura Biodinámica, que organiza la Sección para la Agricultura del centro, este año en torno al tema “Crear la fertilidad de la tierra.

Desde las condiciones naturales a la tarea cultural”. Bajo esa óptica, durante el encuentro se abordará la importante pérdida de tierra fértil causada por nuestra civilización –a causa de la erosión, la contaminación y la urbanización– y se planteará cómo cuidar la tierra para asegurar que mantiene su fertilidad y la incrementa para próximas generaciones.
Como en años anteriores, el Congreso –que se realiza con traducción simultánea al castellano– contará con la participación de varios miembros de la Asociación Biodinámica española, y dos personas de la asociación intervendrán además como ponentes.
El programa completo de la próxima edición de la conferencia anual del movimiento biodinámico, con cabida para conferencias, informes de investigación y experiencias, y encuentros de grupos temáticos y profesionales, se puede consultar en la web de la Asociación Biodinámica.
www.biodinamica.es
http://www.lafertilidaddelatierra.com/que-hay-de-nuevo/actualidad/1786-congreso-de-agricultura-biodinamica-en-dornach.html
ASTRONOMÍAEl lunes estará en el punto de su órbita más cercano a la Tierra

Embrujo de superluna


Una superluna captada por la agencia espacial estadounidense. BILL INGALLS / NASA
En esta ocasión la veremos un 14% más grande y un 30% más brillante de lo habitual
Hay tanta soledad en ese oro. / La luna de las noches no es la luna/ que vio el primer Adán. Los largos siglos / de la vigilia humana la han colmado/ de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Jorge Luis Borges dedicó este poema a su esposa, María Kodama. Para muchos otros escritores y pintores, la Luna fue también una fuente de inspiración. Marc Chagall la retrató en sus cuadros mientras que Caspar David Friedrich reflejó su simbología romántica en Pareja mirando a la Luna. Lorca la convirtió en protagonista de sus Bodas de sangre y el mito del hombre lobo sirvió como argumento de famosas películas de terror. Una de las obras más famosas de Beethoven, la Sonata para piano nº 14, empezó a conocerse como Claro de luna cuando, tras la muerte del compositor, el crítico Ludwig Rellstab comparó el primer movimiento de esta pieza con el lago de Lucerna bañado por la luz de la luna.
A lo largo de la historia, la Luna y sus fases han intrigado, fascinado y atemorizado a los humanos. Antiguas civilizaciones la tenían entre sus deidades y le atribuyeron, entre otros, poderes sobre la fertilidad. Para los griegos, fue la diosa Selene y, para los egipcios, Thot, Iah o Jonsu.
Hoy en día, la observación de la Luna y sus eclipses sigue suscitando interés y, para los aficionados a la astronomía, el 14 de noviembre está marcado en el calendario. Ese día, brillará en el cielo nocturno la luna más grande de los últimos 70 años. Será un 14% más grande y un 30% más luminosa que una luna llena media debido a su proximidad con la Tierra. “Cuando hay luna llena cerca del perigeo [el punto de la órbita elíptica de la Luna más cercano a la Tierra] tenemos superluna, que es un término acuñado recientemente”, explica Pablo Santos Sanz, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC). Los astrónomos prefieren hablar de plenilunio en el perigeo.
Al cabo del año hay varias superlunas. El 16 de octubre hubo una y el 14 de diciembre tendremos otra, pero la del 14 de noviembre será la más cercana desde 1948. Sin embargo, según advierte Santos, a simple vista no será fácil notar la diferencia: “No va a ser un fenómeno espectacular. El ojo no es capaz de diferenciar apenas entre una superluna y una microluna, es decir, una luna llena en el apogeo, el punto de la órbita de la Luna más lejano a la Tierra”.
La superluna del 14 de noviembre tendrá lugar el lunes entre las 12.21 y las 14.52 (hora peninsular española), por lo que, en nuestro país, ocurrirá a plena luz del día y sólo será visible desde la otra mitad de la Tierra, en la que es de noche, según detalla Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN). El máximo tendrá lugar hacia las 13.37 horas aunque, si el tiempo lo permite, será visible también tanto la noche del 13 como la del 15.

Creencias populares

Las referencias artísticas a la Luna son tan abundantes como los mitos y creencias populares que han surgido en torno a ella, algunas de las cuales siguen presentes en el imaginario popular. Se dice, por ejemplo, que el plenilunio propicia que las embarazadas se pongan de parto, aunque los profesionales de la medicina lo cuestionan: “En mis 32 años de profesión no he visto ninguna relación entre las fases de la Luna y los partos. Si fuera así de sencillo, estaríamos siempre preparados para asistir muchos partos en luna llena”, señala la matrona Anabel García, que a lo largo de su carrera ha atendido miles de alumbramientos en el hospital y 700 partos en casas (pertenece a la asociación Nacer en Casa).
“Es un dicho popular, como el de los antojos, pero no tiene ninguna base científica. No hay más partos ni menos, ni las embarazadas rompen aguas con más frecuencia, en función de si hay luna llena u otra fase lunar. Tampoco llegan más pacientes a Urgencias, como se dice a veces”, asegura Jackie Calleja, director médico ginecológico del Centro Bmum de Madrid.
La influencia de las fases lunares en el crecimiento del pelo es otra de las creencias más extendidas. “Tenemos clientas que programan sus citas para cortarse el pelo o depilarse en función de las fases lunares”, señala Carmen Carrión, de la peluquería Blanko de Madrid.
Los médicos, sin embargo, tampoco creen que nuestro satélite influya en ese aspecto: “No hay ninguna evidencia de que el ciclo lunar estimule el crecimiento del cabello. Además, es algo que en la práctica clínica no observamos”, asegura Sergio Vañó Galván, dermatólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y de la Clínica Pedro Jaén. “En el campo de la tricología (el estudio de las alopecias), el ciclo lunar no parece tener ninguna relación”, añade este especialista. Otro de los mitos sobre el plenilunio que rechazan los científicos (y que dio lugar al término lunático) es que afecta al comportamiento de las personas debido a la acción de la gravedad en el cerebro, que contiene agua.
Pero la ciencia sí ha encontrado explicación para un efecto de la gravedad de la Luna: la formación de las mareas. Se ha demostrado que la mínima atracción que nuestro satélite ejerce sobre la Tierra actúa sobre las masas de agua. Por otro lado, una investigación de la Universidad de Basilea concluyó que el plenilunio puede afectar al sueño de algunas personas, que duermen menos horas y peor.
El naturalista y escritor Joaquín Araújo asegura que a él también le ocurre: “Soy de los que cuando hay luna llena, apenas duerme”, señala. Sin embargo, él destaca la influencia que la Luna ejerce sobre las plantas, pues afecta a la savia. “Por ejemplo, si quieres tener madera que te dure mucho tiempo en la zona templada del Hemisferio norte tienes que cortarla en los periodos de mínima actividad lunar de noviembre y diciembre porque cuando hay luna menguante tiene poca savia en su interior y se conserva mucho mejor. Esto es especialmente importante cuando la madera va a usarse para construir, sobre todo navíos o muebles”, explica.
Dentro de la agricultura ecológica hay una escuela, la biodinámica, que tiene muy en cuenta las fases lunares para la siembra, la poda, los injertos y la recolección de los cultivos. “Es importante tener en cuenta la fase lunar a la hora de la siembra. Lo que va a dar fruto en el exterior, como las judías y tomates, se planta con fase creciente, mientras que lo que va a estar bajo tierra, como patatas y zanahorias, se siembra con menguante. Yo lo tengo siempre en cuenta”, asegura Araújo.
Asimismo, Araújo sostiene que “hay animales que se sincronizan con las fases de la luna para determinadas actividades, como para aparearse”. No obstante, considera que el mito del lobo que se activa cuando hay plenilunio “no tiene respaldo científico. Es un animal que ve perfectamente con máxima oscuridad, aunque sus principales sentidos para orientarse y para cazar son el olfato y el oído. No necesita que haya un poco más de visibilidad para estar activo”, asegura.
Discrepa el doctor en Historia y naturalista Ramón Grande del Brío, que colaboró con Félix Rodríguez de la Fuente y es autor de varios libros sobre el lobo ibérico: “Aunque los lobos salvajes aúllan, a veces, en noches de novilunio, lo hacen de manera especial durante el plenilunio, llegando a ofrecer, en algunas ocasiones, auténticos conciertos. Sin embargo, aúllan con menos frecuencia entre los meses de mayo y junio”.
En su opinión, “el Homo tecnicus ha arrumbado, presuntuosamente, todas las creencias en torno a la Luna y ha renegado de la celebración de ritos ancestrales. Se comprende, desde el momento en que hoy, una gran parte de la humanidad vive hacinada en ciudades sin la oportunidad de contemplar el firmamento”. Grande del Brío cree que “la tecnificación del medio ha ido en detrimento de la capacidad para conectar con otras dimensiones, tanto emocionales como físicas, a las cuales no se puede acceder mediante la simple observación científica”.

De los antiguos griegos a los estadounidenses

Los avances en astronomía y las misiones de exploración nos han permitido ampliar el conocimiento de nuestro satélite, en cuyo estudio destacaron los griegos hace más de dos milenios.”Aristarco de Samos [310 a.C – 230 a.C] usó la Luna para demostrar que el Sol estaba más lejos. Hizo un cálculo muy aproximado de la distancia, teniendo en cuenta que sólo usó sus ojos y cálculos realizados con trigonometría básica, equivalentes a las matemáticas de 4º de la ESO”, recuerda el astrofísico Pablo Santos.
Observando los eclipses, Aristóteles fue capaz de deducir en el siglo IV a.C que la Tierra es esférica, ya que la sombra proyectada por nuestro planeta sobre la Luna durante un eclipse es circular. Dos siglos después, el también griego Hiparco, además de hacer el primer catálogo de estrellas, elaboró una lista de eclipses lunares observados en Babilonia desde el siglo VIII, una recopilación que utilizó para investigar los movimientos del Sol y la Luna.
Su origen ha sido uno de los principales temas de estudio. Según repasa Pablo Santos, se cree que la Luna se formó 100 millones de años después que la Tierra, es decir, hace unos 4.400 millones de años: “La teoría más aceptada es la del Gran Impacto. Un planeta chocó contra la Tierra cuando ésta se estaba formando y una parte se desgajó”, explica. Otras se han ido descartando, como la Teoría de la Captura: “Algunos científicos pensaban antiguamente que nuestro satélite se originó independientemente de la Tierra y que tenía su propia órbita. Posteriormente fue capturada por la gravedad de nuestro planeta, quedando atrapada para siempre”, explica Jesús Martínez-Frías, jefe del grupo de Investigación del CSIC de Meteoritos y Geociencias Planetarias.
El análisis de las muestras de rocas lunares que trajeron los astronautas de la NASA durante las seis misiones tripuladas que aterrizaron allí entre 1969 y 1972 ha permitido avanzar en el estudio de su origen y su composición. Jesús Martínez-Frías destaca el trabajo de “Harrison Schmitt, un astronauta y geólogo que tuvo un papel importante en las misiones Apolo, que promovió la ciencia lunar entre la comunidad geológica internacional y que descubrió los suelos anaranjados lunares”.
Antes de que aquel histórico 20 de julio de 1969 el hombre pusiera un pie en la Luna, numerosos escritores imaginaron cómo sería aquel primer viaje a nuestro satélite. Entre ellos, Cyrano de Bergerac en el siglo XVII (con Viaje a la Luna), Julio Verne (De la Tierra a la Luna) o Edgar Allan Poe (La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall). En 1806 el astrónomo Johannes Kepler escribió en latín El Sueño. El protagonista de la que muchos consideran la primera obra de ciencia ficción es conducido por los diablos a nuestro satélite, donde encuentra una explicación para los cráteres.
Siguen quedando, no obstante, numerosos aspectos por investigar y zonas interesantes que explorar. De su estudio, Martínez-Frías destaca “lo que podemos aprender sobre los orígenes de la Tierra y para nuestra proyección hacia otros planetas. También existen aspectos relacionados con la geología de sus recursos naturales que tienen, sin duda, un gran interés”.
Tras los estadounidenses nadie ha vuelto a pisar la Luna aunque China tiene un programa para enviar una misión tripulada. Y, aunque para hacerla realidad harían falta muchos años y un enorme presupuesto, el director de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jan Woerner, apuesta por la construcción de una base lunar a la que contribuirían todos los países y que sustituiría a la Estación Espacial Internacional. Asentarnos en nuestro satélite para que, además de nuestra vecina, se convierta en el segundo hogar de la Humanidad.
http://www.elmundo.es/ciencia/2016/11/13/58274bc7268e3e33468b4599.html

La Luna En La Agricultura Ecologica


La influencia de las lunas en los océanos (marea alta y baja), en la agricultura (podas de árboles, siembra, recolecciones, etc…) e incluso en el estado de ánimo de nosotros mismos es hoy en día un fenómeno indiscutible. Lo que más nos interesa en este apartado es saber las lunas más convenientes en los cultivos de hortalizas, cereales y frutales así como en las podas y recolecciones de la huerta.
Para ello podemos encontrar en el mercado calendarios lunares biodinámicos que nos orientarán sobre los mejores momentos para la realización de las diversas labores del huerto, dependiendo de las fases lunares, aspectos planetarios, etc.
fases lunares
HORTICULTURA
– Luna llena: Es el período más propicio para cosechar, sacar el estiércol de los corrales, voltear el compost, cortar caña, o sembrar plantas de fruto.
– Luna menguante: No sólo es el mejor momento para continuar las actividades iniciadas en luna llena, sino que también es el momento más propicio para sembrar raíces y tubérculos, tales como rábanos, remolachas o patatas.
– Luna nueva: No es una etapa muy propicia para actividades que no sean el desherbado de adventicias.
– Luna creciente: Es la responsable de la estimulación de las plantas de gran crecimiento vegetativo, abonos verdes, lechugas…, además de ser muy propicia para la fertilidad, por lo que resulta el mejor momento para sembrar todas las plantas que crecen en altura y dan frutos, como tomates, guisantes, judías… Como regla general, es recomendable realizar la siembra de todas las plantas en luna creciente, (preferentemente dos o tres días antes de luna llena) a excepción de aquellas que puedan subir a flor prematuramente, como es el caso de las lechugas, que deberán sembrarse en fase de luna menguante.
lunaLlena
En vísperas de cualquier solsticio, ya sea el de verano (21 ó 22 de junio) o el de invierno (21 ó 22 de diciembre), las especies que se planten van a resultar muy sensibles a la subida a flor.
FRUTICULTURA
– Toda operación que se realice en luna nueva o en cuarto creciente, producirá un mayor desarrollo vegetativo, dando lugar a un retraso en la producción de la fruta.
– Las labores que se realicen en luna llena o en cuarto menguante, favorecerán la producción frutal, favoreciendo un menor desarrollo vegetativo.
– En lo que se refiere a las podas, si el árbol es pequeño o nos interesa que se desarrolle vegetativamente, lo mejor es podarlo en luna nueva o en cuarto creciente. Si por el contrario lo que buscamos es un freno a su vigor, o bien una pronta entrada en producción, lo más recomendable es podarlo en luna llena o en cuarto menguante.
 TALA DE ÁRBOLES
– Si se quiere tener madera sana y resistente durante años, habrá que cortar los árboles de hoja caduca en luna llena o cuarto menguante.
– La leña para el fuego habrá que cortarla en cuarto creciente, puesto que es cuando está más seca. La leña cortada en luna nueva quema mal.
– Los árboles de hoja perenne se aconseja talarlos en luna nueva o cuarto menguante.
– Las cañas hay que cortarlas en luna llena o cuarto menguante, para evitar que se rompan con facilidad y queden arrugados.
AGRICULTURA
– Los trabajos del campo, tales como labrar, plantar, trasplantar, abonar, etc., suelen ser más efectivos si los realizamos en luna descendente Cuando necesitemos remover la tierra del tipo arenoso ya sea con aradas, fresadora o cultivadores o una simple motoazada, será preferible hacer coincidir la luna descendente con la luna creciente. Por otro lado si la tierra es del tipo arcilloso será preferible hacer coincidir la luna descendente con la luna menguante.
Agricultura
– Si la labor que deseamos realizar es la de limpieza de hierbas competentes lo haremos mejor a partir de la luna llena, es decir cuando la luna empiece a menguar preferiblemente a partir de la media luna menguante. Así mismo si se desea labrar y evitar la germinación de hierbas silvestres será preferible realizar tal labor en las noches sin luna, ya que la luz desencadena el proceso de germinación.
– Sembrar y plantar: además de las lunas apropiadas debemos tener en cuenta que es preferible sembrar por la mañana y plantar por la tarde. Para que entendamos bien los conceptos sembrar y plantar diremos que por ejemplo las patatas, rabanitos, zanahorias, trigo, cebada, etc., se siembran mientras que los árboles frutales, los planteles diversos, etc. se plantan.
– Cuando deseemos abonar las tierra lo haremos preferiblemente en luna creciente y a ser posible en luna descendente y en sigo de tierra evitando signos de fuego. Si añadimos algas y fosfatos naturales lo haremos así mismo en luna creciente. Los abonos minerales mejor efectuarlos en luna menguante y por las mañanas. Si añadimos estiécol de vaca lo haremos en luna menguante.
– Las estacas las cortaremos preferiblemente en luna nueva para que nos duren más clavándolos en tierra quemando previamente la punta.
– Para el maíz y el girasol sembrar preferentemente en luna menguante y a ser posible ascendente y cosechar en luna ascendente.
– Para las fresas trasplantarlas en luna menguante
– Las patatas deben desgrillarse en luna menguante.
– Las lechugas sembrarlas en luna menguante con el fín de que nos nos espiguen de forma rápida y en otoño las podemos sembrar en luna creciente.
– Cuando realicemos maceraciones o preparados de plantas lo haremos siempre en recipientes de madera o barro pero nunca metálico y en luna creciente.
INJERTOS
– Es preferible efectuarlos siempre en luna ascendente en constelación de fuego o de aire. El injerto en corona se realiza a finales de invierno cuando la savia empieza a subir y los asoman los primeros brotes.. El ijerto de escudete se practica en el mes de agosto cuando sube la savia en luna ascendente habiendo regado unos 15 días antes los portainjertos con el fínd e que empujen la savia. Se corta el escudete con la corteza y un poco de madera para que la yema no salte.
Injertos
– Los injertos de rosales se realizan de escudete y se pueden practicar todos los meses del año en luna ascendente y se injertan lo más abajo posible al límite entre la parte blanca y la parte verde a fin de evitar la formación de chupones
ESQUEJES
– Es aconsejable cortarlos el último día de la luna ascendente y ponerlos en tierra el primer día de la luna descendente. Los esquejes se cortan preferiblemente en otoño, entre 10 y 15 cm sobre la madera del año en el último día de luna ascendente.
COSECHAS
Cosecha
– Muchas de las cosechas se conservarían mucho mejor si tenemos en cuenta la luna y otros signos estelares. A modo general podemos decir por ejemplo que se consiguen mejores resultados cosechando en luna ascendente las hortalizas que crecen por encima del suelo y en luna descendente para los que crecen por debajo tierra como las raíces, patatas, boniatos, rabanitos, nabos, etc., evitando siempre el mal tiempo.
– Las frutas y verduras que por lo general no se conservan tan bien se estropearán menos si no son cosechadas en los signos y cosntelaciones de agua.
– Los frutos cosechados en luna ascendente es más jugoso y rico en energía y si se recolectan en luna ascendente el proceso de maduración se acelerará más.
– Las frutas como fresas, frambuesas, albaricoques, ciruelas, cerezas o melocotones es preferible recolectarlos en luna creciente y ascendente y por la noche.
– Las calabazas y calabacines es preferible recolectarlos en luna creciente, especialmente si las queremos conservar naturales en ladespensa para el invierno
– Las plantas de raíz es preferible recolectarlas en luna menguante a excepción de los ajos, cebollas y escalonias que prefieren la luna creciente.
– Con respecto al momento cabe destacar que la primera hora del día es la más recomendable en casi todas las cosechas.
CONSERVAS
Conservas
– Las conservas y confituras o mermeladas será preferible elaborarlas en luna menguante para así obtener una mejor conservación.
– La recolección de plantas medicinales será preferible en luna llena si queremos que tengan más vitalidad aunque sus propiedades medicinales serán menos perceptibles que si las recogemos en luna menguante. Cuando más nos acercamos a la luna nueva, las plantas medicinales tienen más tendencia a secarse y al mismo tiempo afinan sus aromas. Las plantas deben recolectarse por las mañanas antes de las 12h siendo preferible que la luna sea ascendente. Las raíces es mejor recolectarlas por la tarde y en luna descendente
http://www.lahuertinadetoni.es/la-luna-en-la-agricultura-ecologica/

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